En el país Árabe más grande del mundo, el cual alguna vez fue hogar de los Fenicios, Romanos, Otomanos y Franceses, es ahora hogar de un número creciente de creyentes cristianos, a pesar de la significativa persecución .
De acuerdo a la lista World Watch de Puertas Abiertas USA, Algeria es por lo menos 95% musulmana, y los creyentes enfrentan presiones intolerables de familia y amigos que militan en contra la expresión abierta de su fe, junto con las leyes de anti-conversión y blasfemia.
Aun así en la economía de Dios, tanto como Satanás intenta apretar a la iglesia, esta crece más rápido. Esto ha sido demostrado en Algeria durante la ultima decada.
“En el 2008 se estimaba que habían 10,000 cristianos…para el 2015 ese número había crecido a 380,000. Yo creo que puede estar acercándose a los 500,000″, indica el Doctor Rex Rogers, presidente de SAT-7 USA. Él atribuye una gran porción del crecimiento a la programación satelital cristiana que ellos producen y que es transmitida en éste y otros países en el Norte de África.
El Proyecto Josué, el cual también rastrea el crecimiento de la iglesia, confirma que hay por lo menos 600,000 cristianos profesantes en Algeria, un gran incremento propulsado por el Espíritu Santo.
«Ahora hay una iglesia que está creciendo rápidamente al Norte de Algeria con 1,000 creyentes. De tantas personas que están viniendo a Cristo, la iglesia lleva a cabo un servicio de bautismo cada pocos meses donde de 60 a 100 creyentes declaran su nueva fe», dijo Rogers. Esta iglesia ya ha plantado 14 iglesias hijas, dice él.
Una mujer Bereber compartió el siguiente testimonio con SAT-7: «Yo tenía 16 años cuando me case; mi padre había escogido un hombre para que fuera mi esposo, un hombre que yo nunca había conocido. Sufría mucho con él; él siempre me estaba golpeando, incluso sin razón. En nuestra sociedad las palizas y los regaños a las mujeres son parte de la hombría».
«Le rogué a mi esposo que se divorciara de mi, pero él se rehusó. Después de 23 años de sufrimiento, mi esposo escuchó sobre Jesucristo y lo aceptó como su Señor y su Maestro. Su carácter ha cambiado. Él ya no es un hombre muy duro como antes. Él ha compartido conmigo sobre Dios y la esperanza. Con mis ojos cerrados, yo acepté a Jesús, quien había cambiado la vida de mi esposo y también lo aceptaron mis dos hijos y mi hija».
Éste testimonio llegó a SAT-7 desde un hombre quien una vez vivió un estilo de vida depravado: «Yo robe; era un ladrón. Abuse de las drogas por un periodo aproximado de 17 años. Yo mismo destruí mi vida».
«Entonces sucedió un milagro después de que empecé a creer en el Mesías. Deje completamente de usar drogas. Rendí mi vida al Señor. Me senti como si nunca hubiera tomado drogas en toda mi vida. Dios derramó Su paz y seguridad en mi corazón herido. Fue levantado el peso de lo que yo había estado cargando sobre mis hombros por tanto tiempo. Dios cambió mi vida por completo…»
«Hoy le agradezco a Dios por el gran trabajo que hizo en mi vida. ¡Jesús es mi amigo más cercano, del cual yo no me puedo separar! Gloria sea a Dios, alabado sea el nombre del Señor. Yo le digo a quienes quieren dejar las drogas que esto no es ficción. Espero que así como Dios hizo el milagro en mi vida, que Él haga muchos milagros en sus vidas también».
Otra mujer quien soportó una vida familiar abusiva también compartió sobre un encuentro con Jesús – a través de una luz misteriosa que entró en su recamara a mitad de la noche:
«Mi esposo era un alcohólico. Él me golpeaba muy feo y me maldecía todo el tiempo. Una vez estuvo golpeándome hasta que me desmayé».
Entonces algo inusual sucedió. «Una noche mientras yo dormía; alrededor de las 2:00 a.m., vi una luz verde que atravesaba la recamara. Vi que la luz se reflejaba en la pared y (yo) lloré de gozo. ¡’Oh gozo, oh gozo, oh gozo. Nuestro Señor, Jesucristo, nuestro Señor Jesucristo!”
“Comencé a celebrar en mi sueño. Si, la luz de nuestro Señor Jesucristo estaba brillando. Ese dia yo vi la luz de Cristo con mis propios ojos».
Inspirado por su historia, su esposo e hijas comenzaron a seguir a Jesús. «Levántense de su sueño», le dice ella a aquellos quienes todavía no han creído. «Cristo es el camino, Cristo es la Verdad, el dador de vida. Cristo es el dador de paz. ¡Levántense hermanos y hermanas! Cristo el el camino de la misericordia. Separados de Dios no hay vida para nosotros».