¿Tiene algo que ver el terraplanismo con los evangélicos?
¿Podría ser la tierra plana, como la base de una pizza? A pesar de ir en contra de las observaciones científicas, el terraplanismo ha conseguido ganar adeptos en los últimos años. Una muestra de ello fue la conferencia que se celebró en Denver el pasado fin de semana, en la que unas 650 personas seguidoras de estas rocambolescas teorías asistieron a una convención. A partir de un reportaje publicado en The Guardian, la noticia llegó a los medios en España, en los que se relacionó de inmediato con términos como “fundamentalismo bíblico”, “cristianos fundamentalistas” o la supuesta “base evangélica” que sustentaría esta creencia. Sin embargo, la realidad es que el apoyo evangélico a este tipo de teorías es ínfimo. Antonio Cruz, biólogo y escritor, conferenciante en temas de ciencia y apologética, explica que las teorías de la tierra plana “son planteamientos muy minoritarios que no representan al creyente norteamericano medio”. “Si dicha conferencia de Denver consiguió reunir a 650 “terraplanistas” en un país con más de 300 millones de habitantes, esto representa evidentemente una proporción ínfima. Ni siquiera están representados en las principales conferencias anuales de apologética que se celebran en los EEUU, donde se reúnen cada año cristianos creacionistas de la Tierra joven, de la Tierra vieja, partidarios del Diseño inteligente o evolucionistas teístas entre otros”, afirma Antonio Cruz. “Los planteamientos conspiracionistas siempre suelen atraer a ciertas personas pero, desde luego, no son representativos de la población en general. Defender actualmente que la Tierra es plana es algo que carece por completo de validez, como también decir que el Sol gira alrededor de la Tierra, cosa que también creen algunos incluso en nuestro país”, explica Cruz.
CONSPIRACIONES EN AUGE
¿Cómo ha conseguido ganar adeptos una teoría con tan escaso sustento científico? El físico Antoine Bret cree que se debe a dos aspectos: “la difusión de las ideas por la tecnología moderna, y un rechazo de todo lo que se asemeja a ‘ciencia oficial’”. “Hace 30 años era muy difícil entrar en contacto con las ideas terraplanistas. Hoy en día, están a dos clics”, explica Antoine Bret. “En el discurso terraplanista hay una desconfianza extrema hacia la NASA, las demás agencias espaciales del mundo, los gobiernos, las universidades, es decir, todo lo que podría llevar, con o sin razón, el sello ‘oficial’”. [Las ideas terraplanistas se han extendido gracias a la difusión de información. En Youtube hay varios canales creados para defender estas teorías. / Youtube] Las ideas terraplanistas se han extendido gracias a la difusión de información. En Youtube hay varios canales creados para defender estas teorías. / Youtube En este sentido, Bret considera que desde la prensa hay un papel importante “empezando por no fomentar esta desconfianza” apostando por una pedagogía en la que la ciencia pueda ser explicada adecuadamente al gran público.
EL MAL USO DE LA BIBLIA
Dentro de los defensores de las teorías terraplanistas se encuentran algunos que dicen que la Biblia apoya esta idea. Para Antonio Cruz, se trata de un error grave de lectura e interpretación. “La Biblia no dice claramente en ningún lugar que la Tierra sea plana. Más bien se emplean términos que pueden ser traducidos perfectamente por “redondez” o “esfericidad”. De manera que todo depende de la calidad de la hermenéutica empleada y no de que la Biblia contenga errores”, explica Cruz. “Los “terraplanistas” llevan hasta el extremo una hermenéutica simplista y equivocada”, concluye el biólogo. “El problema no es la Biblia, sino la lectura que algunos hacen de ella”, expresa el físico Antoine Bret, que también se opone a las lecturas literalistas que se aplican en otras teorías -como la tierra joven o el geocentrismo- que, en su opinión, corresponden a una interpretación incorrecta del texto bíblico. “Desafortunadamente, estos excesos contribuyen a desprestigiarla, ya que muchos no cristianos pensarán “si la Biblia cuenta esto, no voy a perder mi tiempo en leerla”. Ya hace 16 siglos, Agustín de Hipona comentaba exactamente lo mismo (De Génesis a la Letra, XIX 39)».
SENSACIONALISMO
En el contexto actual informativo, los medios son rápidos poniendo etiquetas como “fundamentalista” a cualquier aspecto del cristianismo que no se ajuste a lo que consideren aceptable. Para el físico Antoine Bret los evangélicos deben revisar, sin embargo, cómo y por qué se producen estos ataques: “A veces se burlarán de nosotros porque seguimos a Cristo. Muy bien. Pero como lo sugiere en 1 Pedro 4.15, también podemos sufrir el ridículo simplemente porque nos lo merecemos”. En este sentido, Bret considera que en el ámbito teológico sería recomendable un trabajo más respetuoso con el de los científicos. Así, si hay tendencias que “pretenden que ‘existe evidencia científica para apoyar una edad joven (unos miles de años) para la Tierra’, lo que enseñan al mundo es que la cúspide intelectual del mundo evangélico es presa de conspiraciones del más bajo nivel. ¿Como luego podemos pretender ser la sal de la tierra?” Por ello, Antonio Cruz considera que es muy importante ser rigurosos tanto en el ámbito científico como al tratar el texto bíblico, siendo conscientes de que “interpretar mal los textos ha sido desde siempre la principal fuente de herejías y aberraciones doctrinales”.