En una entrevista muy esperada anunciada el 6 de febrero, el comentarista político conservador Tucker Carlson se sentó con el presidente ruso Vladimir Putin para conversar sinceramente. El evento de casi dos horas en el canal X de la red social se publicó ayer por la noche, 8 de febrero, y marca el primer compromiso de Putin con los medios occidentales desde la invasión rusa de Ucrania.
Yendo más allá del ámbito político, Carlson intentó captar la esencia de la vida normal en Rusia interactuando con el público. A pesar de la dura retórica en las relaciones internacionales, la entrevista fue una visión intrigante de la vida cotidiana de los rusos, una dimensión a menudo eclipsada por las tensiones políticas.
Los críticos argumentan que la entrevista puede servir sólo para proporcionar una plataforma para la agenda de Putin y al mismo tiempo eludir cuidadosamente las preguntas en curso sobre las acusaciones de crímenes de guerra rusos en Ucrania. Los partidarios elogian a Carlson por facilitar una discusión poco común y sin filtros con un líder mundial en el centro de los asuntos globales.